Si estas familiarizado con el anime y sus tendencias, seguro has oído del genero isekai. El nombre significa en si otro mundo, y la premisa es que el protagonista es enviado a un mundo o época distinta en donde deberá adaptarse a su entorno. No es verdad una idea nueva, ya que Alicia en el país de las maravillas o Peter Pan son ejemplos occidentales del isekai.
En estos años, el isekai se ha visto inundado por historias genéricas… un adolescente japonés es enviado a una especie de Disney medieval, en donde todos hablan japonés y tienen las mismas costumbres que en Japón. Nuestro protagonista recibe poderes fantásticos, y tras aplastar al rey demonio sin esfuerzo, recibe un numeroso harem de chicas cliché.
No negare que estas historias son populares, ya que tienen su encanto y pueden ser un placer culpable, pero siendo honestos, buenas no son.
En este entorno, plagado de historias malas que parecen copiarse las unas a las otras, es que llega Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (reencarnación de un desempleado: si voy a otro mundo de verdad me esforzaré).
Esta es la historia de un hombre de 34 años, quien tras sufrir acoso escolar se encierra en su habitación durante veinte años, dedicándose solo a jugar videojuegos y a ver pornografía. Cuando sus padres fallecen, nuestro protagonista es arrojado a la calle por sus parientes, en donde en un ultimo acto de redención, muere atropellado tras salvar a unos adolescentes.
En cualquier otro anime, nuestro protagonista despertaría en el cielo, en donde Dios le daría poderes inigualables y lo mandaría tal cual a un mágico Disney World, en donde sin recordar sus penas pasadas se convertirá en un triunfador… pero no, no es este el destino de Rudeus Greyrat.
El mundo al que Rudeus llega no es Japón 2.0, sino uno de una gran riqueza en detalles y una complejidad que se nos va revelando poco a poco. Es también un mundo brutal en donde existe la prostitución, la esclavitud, e incluso el secuestro de niños para complementar las actividades antes mencionadas. No es un mundo perfecto, y sin embargo es un mundo en paz consigo mismo.
Diría que el punto fuerte de esta historia es el reconocimiento tácito de que la gente es gente, ni los buenos son santos, ni los malos son demonios… todo mundo, hasta la gente de la peor calaña solo hace lo que puede por sobrevivir, y nadie es inocente del todo.
Comenzando desde cero como un recién nacido, Rudeus tiene de su lado una buena genética (sus padres fueron poderosos aventureros) y su mente de un hombre de 34 años, pero nada le vendrá en bandeja de plata y lo veremos sufrir por la maldición que carga de su vida anterior.
Rudeus no es un protagonista perfecto. Es un pervertido, es ingenuo, es egoísta, y tiende a sobrestimarse a causa de su mente adulta, pero al mismo tiempo hace lo mejor que puede para aprovechar la nueva vida que le fue concedida. Y en su camino se encontrara personajes igualmente cuestionables, pero capaces de hacernos sentir simpatía por ellos.
Técnicamente, Mushoku Tensei es una maravilla, una verdadera labor de amor de parte de sus creadores. El arte es hermoso, las animaciones sorprendentes, y la música sin duda te sacara un que otra lagrima por su belleza.
Por todo ello, no puedo dejar de recomendar Mushoku Tensei a todo mundo. Claro, no a todos les gustara, y muchos lo odiaran con toda su alma, pero creo que todos deberían darle una oportunidad y ver que pueden sacar de esta gran obra.
Hasta la próxima.
El rincón creativo de Paul 